El Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 (ODS 11) forma parte de la Agenda 2030 adoptada por las Naciones Unidas en 2015, cuya meta es transformar las ciudades, municipios y territorios para hacerlos más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. Dado el crecimiento acelerado de la urbanización a nivel global, la necesidad de aplicar políticas efectivas que promuevan territorios sostenibles es más urgente que nunca. En este artículo, exploramos las diferentes dimensiones del ODS 11 y su importancia para un futuro urbano sostenible.
Desafíos urbanos en relación con el ODS 11
Aunque ocupan apenas el 3% de la tierra, las ciudades, municipios y territorios son responsables de más del 70% de las emisiones de CO2 y consumen hasta el 80% de la energía global, lo que las convierte en actores principales en la lucha contra el cambio climático y la degradación ambiental. Además, estas albergan proporciones significativas de la población mundial que vive en barrios marginales y condiciones de pobreza, lo que plantea desafíos adicionales en términos de equidad y acceso a servicios básicos.
Una parte importante de nuestro trabajo en la Fundación Kaleidos.red se basa en diseñar estrategias para las administraciones locales con el fin de hacer más accesibles e inclusivas las ciudades, municipios y territorios; así como en testear proyectos y servicios, analizarlos, diagnosticarlos y aplicarlos en otras entidades locales, potenciando sus fortalezas y minimizando sus debilidades.
Nuestro compromiso con el desarrollo inclusivo, sostenible y social se ejemplifica en el caso del Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat, entidad asociada a nuestra red. Un municipio que está trabajando en el desarrollo de proyectos estratégicos de modelos inclusivos, sostenibles y cohesionadores, y que contribuirán a su posicionamiento como territorio con oportunidades. Un caso exitoso de intervención en el territorio es el barrio de Camps Blancs, con una clara vocación de cohesión social que se alinea con el trabajo que realizamos en nuestra red abierta de entidades locales: diseñar estrategias para hacer más inclusivos y sostenibles nuestros entornos.
Otro ejemplo de nuestro trabajo en este sentido son los centros cívicos del Ayuntamiento de Getafe. Un modelo que hemos ido perfilando durante cuatro décadas y que actualmente son concebidos como equipamientos de proximidad polivalentes y con cierto grado de autonomía. Mediante ellos se trata, por una parte, de acercar los servicios a la ciudadanía a través de la descentralización de servicios en los barrios; y, por otra, de servir de herramienta para el fomento y la facilitación de la participación ciudadana.
Claves para el diseño de territorios sostenibles e inclusivos
1. Urbanización planificada y gestión de la expansión urbana
La expansión urbana descontrolada es un problema persistente que requiere una planificación y gestión adecuadas. El ODS 11 apunta a fortalecer la capacidad de los gobiernos para ejecutar planes urbanos que integren todos los aspectos de la sostenibilidad, desde el respeto al medio ambiente hasta la inclusión social y la eficiencia económica.
2. Ciudades, municipios y territorios abiertos, sociales y solidarios
Los entornso con estas características priorizan satisfacer las necesidades de la ciudadanía y la sociedad en su conjunto, poniendo especial atención en las personas vulnerables y buscando la equidad y la justicia social.
3. Reducción de la huella de carbono
Los entornos sostenibles deben implementar estrategias para reducir su huella de carbono y mitigar la huella ecológica de la actividad humana, lo cual incluye mejorar la eficiencia energética, aumentar el uso de energías renovables, desarrollar sistemas de transporte público menos contaminantes y más eficientes, así como proporcionar servicios básicos en cada una de ellas.
4. Mejora de la resiliencia urbana
El aumento de fenómenos climáticos extremos debido al cambio climático hace imprescindible que las entidades locales mejoren su resiliencia. Esto significa no solo prepararse para desastres y emergencias, sino también diseñar infraestructuras y edificaciones capaces de resistir eventos adversos, protegiendo así a sus habitantes y sus economías.
Impacto y medidas de implementación
Implementar el ODS 11 requiere un enfoque holístico que abarque desde la legislación y la política pública hasta la participación ciudadana. Involucrar a la ciudadanía en la planificación urbana no solo asegura que sus necesidades sean atendidas, sino que también promueve la transparencia y la responsabilidad en la gestión pública. Además, fomentar la innovación tecnológica puede proporcionar las herramientas necesarias para hacer frente a muchos de los desafíos urbanos actuales.
Por concluir, el ODS 11 no es solo un llamado a mejorar las ciudades, municipios y territorios en términos físicos y estructurales, sino también un compromiso con el desarrollo humano y ambiental. La meta es crear entornos urbanos que no solo sean habitables, sino que también sean equitativos y sostenibles para las generaciones futuras. La implementación efectiva de este objetivo es fundamental para la supervivencia y prosperidad de la sociedad global. A medida que avanzamos, cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la construcción de entornos más verdes, inclusivos y resilientes.