Entrevista a la alcaldesa del ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat, Lluisa Moret Sabidó.
Las ciudades se han convertido en los últimos años en los principales espacios donde se desarrollan los proyectos de vida de una parte importantísima, y cada vez mayor, de la población mundial. De hecho, se estima que en el año 2050 el 75% de la población mundial vivirá en ciudades.
Las ciudades son el punto de confluencia entre los grandes retos planetarios y los problemas cotidianos de la humanidad. Y, por lo tanto, la ciudad es donde impactan de manera directa las políticas públicas, que son habitualmente diseñadas desde otras instancias supramunicipales, ya sean autonómicas, estatales o internacionales. Por esa razón, muchas veces se ha entendido a la ciudad como el mero escenario, el agente pasivo que sufre o ejecuta las directrices estratégicas que son formuladas desde instancias superiores.
Y a la vista de cómo empiezan a parecerse los centros de cualquier ciudad en cualquier continente no parece faltarles razón. La globalización ha comportado un proceso de homogeneización urbana. Si a ello le sumamos la creación de diferentes instrumentos de planificación de carácter global como son la Agenda 2030 o las agendas urbanas, que comportan compromisos a los que ineludiblemente han de dar respuesta las ciudades en los próximos años, pudiera parecer que las ciudades cuentan cada vez con menos autonomía estratégica y, por lo tanto, menos capacidad para diseñar y construir su propio destino.
El Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat es una entidad local con la que trabajamos desde hace largos años en la Fundación Kaleidos.red. Su alcaldesa, Lluisa Moret Sabidó, nos cuenta en esta entrevista en qué consiste su estrategia de ciudad, muy ligada a la Agenda Urbana.
En primer lugar, para contextualizar, Sant Boi de Llobregat es una ciudad intermedia metropolitana de 84.000 habitantes a tan sólo 15 kms de Barcelona y que cuenta con una larga trayectoria en planificación estratégica. ¿Qué papel han tenido los anteriores gobiernos municipales en el Sant Boi actual?
Si hoy podemos hablar de Sant Boi como un pulmón verde metropolitano no es fruto del azar, sino del resultado de una apuesta decidida por ser una ciudad sostenible y saludable, que nos llevó a preservar nuestros espacios naturales en un contexto de gran presión por el crecimiento urbanístico e inmobiliario. Gracias a esa apuesta estratégica, actualmente el 60% de nuestro término municipal es entorno natural, forestal, fluvial o agrario.
Durante años, Sant Boi fue conocido como “el pueblo de los locos”, ¿cómo ha afectado a la ciudad?
Sant Boi ha hecho de ese estigma un activo de ciudad, y actualmente ha pasado de ser el pueblo de los locos a “la ciudad de la salud mental”. En 1852 se instaló el Manicomio de Sant Boi, que hoy constituye dos de las principales instituciones psiquiátricas de España y Europa: Sant Joan de Déu y Benito Menni. Más de 15 hectáreas en pleno centro urbano dedicado a la atención psiquiátrica en un entorno hospitalario con más de 3.000 pacientes residentes.
Como resultado tangible de esa apuesta estratégica, entre otras cosas, hemos sido los impulsores y somos la sede del clúster de Salud Mental de Catalunya, con más de 80 empresas, instituciones y centros de investigación entre sus miembros. Y en la actualidad, la salud es el principal sector económico de la ciudad con más de 5.000 puestos de empleo directos. Estrategia de ciudad basada en un principio de utilidad y en busca de un propósito que nos haga superarnos colectivamente. Sobre esos dos pilares, la sostenibilidad y la salud, se construye la estrategia de ciudad 2030.
¿Fue sencillo sacar adelante esa propuesta en el pleno municipal?
La estrategia acabó aprobándose en el pleno municipal de abril de 2020 por unanimidad de todas las fuerzas políticas en pleno inicio del estado de alarma por el estallido del covid en nuestro país. Un consenso político que nació de la convicción de que la estrategia de ciudad que se propone es coherente y compartida entre los diferentes agentes sociales y económicos de la ciudad, y por tanto, de cara a las fuerzas políticas de la oposición que le dan su apoyo, no se trata de apoyar una propuesta del gobierno municipal, sino de sumarse a un acuerdo colectivo que cuenta con el consenso de la comunidad.
La Estrategia de ciudad Sant Boi 2030 define diez misiones y una visión: “Sant Boi aspira a ser un referente metropolitano como ciudad sostenible y saludable, cohesionada y generadora de oportunidades, especialmente para las generaciones futuras”. ¿En qué medida es importante esta definición?
Cada término de esta visión responde a una reflexión previa y está cargado de significado. La formulación de una visión de ciudad que sintetice de manera clara los principales elementos en los que quieres basar la estrategia de futuro es extraordinariamente útil para comprobar en qué medida las inversiones, actuaciones o servicios que prestas apuntan hacia la consecución de la visión o no. Y también permite preguntarte en algún momento: ¿qué estoy haciendo para alcanzar tal o cual aspecto de la visión?
La definición de 10 misiones permitió en su momento ordenar las prioridades municipales en torno a grandes retos o bloques temáticos que superaban la lógica de las áreas funcionales del ayuntamiento, y es sobre esa Estrategia de ciudad que se elaboró el plan de gobierno 2019-2023, un conjunto de medidas, proyectos y acciones vinculadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 y ordenadas por misiones, que contribuyen a la consecución de la visión estratégica de ciudad.
¿Cuál es el margen real de maniobra de un gobierno municipal a la hora de diseñar una estrategia de ciudad singular y única y a la vez coherente con los marcos de referencia internacionales?
Una estrategia de ciudad no puede ser la estrategia del gobierno municipal. Ha de trascender al gobierno municipal y al propio consistorio para ser asumida como una estrategia en la que se sienta protagonista la ciudadanía y el conjunto de agentes sociales y económicos que constituyen el ecosistema local.
Actualmente, ¿qué valor tiene la planificación estratégica en las ciudades en un contexto tan interconectado?
El valor de la planificación estratégica, y esto puede parecer obvio, pero no lo es, radica en que sea útil. De ahí la necesidad de combinar la mirada estratégica y la gestión de la vida cotidiana desde la proximidad. Es imprescindible tener una estrategia de ciudad si queremos generar verdaderas transformaciones en nuestros territorios que impacten de manera efectiva sobre la calidad de vida de las personas, pero es necesario buscar el equilibrio entre esa mirada estratégica y la capacidad de dar respuesta a las necesidades cotidianas y a las demandas de la ciudadanía en los barrios, que es el espacio en el que suceden las cosas.
La utilidad pública pasa por trabajar en las dos direcciones: contar con una estrategia de ciudad (que no sólo de gobierno como veremos más adelante) y actuar de manera proactiva y desde la proximidad en la vida cotidiana y en los barrios, generando espacios de consenso ciudadano y de construcción colectiva con la comunidad. Estrategia y proximidad son imprescindibles y han de ir de la mano.
¿Y qué elementos son esenciales para que una estrategia de ciudad pueda tener éxito?
La estrategia tiene que basarse en un relato creíble, que conecte el pasado y la historia de la ciudad con su futuro, que se base en activos reales de la ciudad, y no en simples deseos, que sepa interpretar el potencial intrínseco de cada territorio y lo que le ha hecho ser lo que es. Muchas de las estrategias de ciudad que han tenido éxito son aquellas que han convertido un estigma en un activo, reconciliándose con su pasado para abordar de manera esperanzadora el futuro. En esos casos, las ciudades se superan a sí mismas y establecen un propósito y una aspiración colectiva compartida.
¿Cómo ha ayudado la agenda urbana a esa estrategia de ciudad?
Para Sant Boi, la agenda urbana aparece como una gran oportunidad, porque, más allá de ser un instrumento de planificación que nos podía ayudar a implementar nuestra Estrategia de Ciudad, nos parecía sobretodo un método útil para la transformación de nuestra organización, tanto política como técnica, y de nuestro marco de relación con el conjunto de agentes sociales y económicos de la ciudad, superando la lógica de la participación ciudadana tradicional y evolucionando hacia un modelo de construcción colectiva a través de las agendas compartidas.
En 2022 se aprobó por unanimidad de todas las fuerzas políticas el Plan de Acción local de la Agenda urbana de Sant Boi. ¿Qué se ha hecho desde entonces para pasar de la planificación a la acción?
Lo primero fue crear la Concejalía de Agenda urbana y Proyectos Estratégicos en el ámbito de Alcaldía. La pertenencia de esta competencia en el ámbito de Alcaldía no es casual. Queríamos señalar y poner énfasis en el carácter transversal de la Agenda urbana. Si queremos garantizar un enfoque transversal y que la planificación alcance al global de la organización el liderazgo debe recaer en Alcaldía.
El primer reto que se marcó la concejalía fue el de socializar el plan de acción en el conjunto de la organización y en ir pensando en la redefinición de la propia organización de cara al inicio del mandato 2023-2027 para poder hacer frente a dicho plan de acción.
La agenda urbana ofrece la oportunidad de transformar nuestras organizaciones y de generar nuevas formas de trabajar. Por eso, en el inicio de este mandato, elaboramos un cartapacio en base a la estructura del plan de acción de la agenda urbana. Este contempla por una parte 7 áreas funcionales, vinculadas a las diferentes competencias y políticas sectoriales que debemos y queremos desarrollar, y por otra parte, hemos agrupado esas áreas en 4 ámbitos de coordinación que responden a los 4 ejes estratégicos de la Agenda urbana Local. De esa manera, las áreas cuentan no sólo con un marco de actuación vinculado a las competencias a las que han de dar respuesta, sino también con un propósito, con una misión que contribuya al despliegue de la Agenda urbana.
También hemos definido y elaborado el plan de gobierno 2023-2027 a partir de esa nueva estructura y vinculado, por tanto, a la agenda urbana. ,Y por último, hemos definido 15 proyectos estratégicos a los que hemos llamado Transformadores, que superan la lógica de las áreas y que requerirán de estructuras matriciales más flexibles, basadas en el trabajo por proyectos, siguiendo la estela de las organizaciones holocráticas que propone el Doctor en Ciencias Políticas Carles Ramió.